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Un canto de mí.

Desde muy pequeña tuve un gran interés por los números, su magnitud y complejidad, me hacía estremecer con tan solo pensar en una insignificante suma, me gustaba que no todo el mundo sintiera eso por las matemáticas y para mi, se volvió especial.

En casa, también mi familia tuvo que ver mucho con mis gustos, con mis talentos. Un tío cantante, otro profesor, otro artista... en fin, todos me sembraban lo que la vida les iba enseñando a ellos, y así preparándome para el después.

Mi padre, que siempre vi como un maestro, que me enseñó el valor de las personas como seres íntegros en la sociedad, que me enseñó mucho de lo que ahora sé, y que ahora mismo pensar en eso ya no es mi fortaleza, pues lastimosamente tuve que ver como mi héroe e convertía en un total ajeno para mi, en todo un desconocido con recuerdos en común.

Para continuar mencionaré cosas no tan tristes, diré entonces lo mucho que amo a la gente, lo mucho que amo a mi familia, a mi novia y a mis amigos, y pues para explicarme mejor todos son parte de mi, de una familia, todos son mi hogar, amigos, compañeros, vecinos, todos en conjunto. Si, suena raro, pero he pensado en ¿por qué no amar si todos necesitamos amor? todos en algún momento necesitan de un abrazo, de un consejo, de un aliento, y sencillamente siempre estoy dispuesta a hacerlo. Claro está todo lo que haría por los demás, amo amar, amo ayudar y hacer lo posible para verlos, vernos bien.

Y no, no soy tan buena como lo anterior hace pensar , no soy rosa, odio muchas cosas de la sociedad, y llevo en la mente el deseo loco de una limpieza humana, si, quizás una purga que acabe con tantas minuciosidades que no permiten progresar, y que al contrario nos lleva un paso atrás del presente.

Me siento fuera de casilla cuando me piden alguna solución, pues siempre respondo con la facilidad con la que veo el mundo, y aunque pueda que esté mal, defenderé esa posición hasta el final. Yo no le veo ciencia a los problemas, trato de aplicar el: "Si tienes un problema y este tiene solución... ¿para qué te preocupas?, al igual que si tienes un problema, y este no tiene solución... ¿para qué te preocupas?".
No sé, la verdad eso me lo dijo mi tío favorito hace algunos años y trato de aplicarlo en mi cotidianidad porque tiene la razón.

Si, si tengo corazón y considero que mucho más de lo que quisiera tener; me duelen muchas cosas que quizás al que está leyendo esto no, me duele el titanic, así sea una película, me duelen las novelas, así sean libretos predecibles e irreales, me duele tanto como el ahora, como mi vecina que no tiene para el desayuno, me duele mi amigo, me duele su familiar, me duele mi familiar, me duele lo que le esté pasando a usted, y a aquél, me duele el asesino tanto como el asesinado, el ladrón como el robado... me duele el caos tanto como la serenidad.

Me gusta el sol, pero más la lluvia. Tenía 7 cuando me di cuenta lo mucho que amo a mi abuelo, cuando se despertaba con su cabello afro a flor de piel, me gustan los crespos de él, más que cualquier otro.

Y para no extenderme más, amo mi cuerpo, amo las mujeres y amo a los hombres, amo al universo, amo sentir, amo ser lo que soy aunque todos los días me alimente de cada uno de mis errores, y me odie por ellos.

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