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Excepcional.

El nombre de mi abuelo es Orlando David Frías Robles, nació en la Guajira, un 14 de febrero. Es alguien bastante sabio, tiene una originalidad en su forma de ser que jamás he visto a alguien que al menos pueda parecerse. No estudió mucho que digamos, hizo la primaria, estudió mecánica, y trabajó en dos grandes empresas. Tiene una personalidad muy amena, tiene un gran corazón y unas ganas inmensas de cumplir muchos de sus propósitos. Mi abuelo es grande, desde pequeña admiré sus ganas por la vida, y a diario me recuerda la importancia de ser persona, de nunca mentir, de siempre estar satisfecho con lo que tiene, nunca dejar para mañana lo que hoy se puede hacer, agradecer siempre, me enseño a cortar el cabello (sólo yo le corto el cabello), a compartir todo lo que tengo, me dijo muchas cosas, y siempre me anda diciendo más. 
Tengo muchos recuerdos con él, uno breve es que cuando lloraba me decía que cerrara los ojos y me serenara, siempre me sirvió, y hasta ahora lo hago.
Él es mi persona excepcional, que cometió muchos errores y a su vez con enmendó, que luchó, se esforzó y todos los días trabajó por su familia. Él es maravilloso, cuando estás con él te llena de paz, te da fuerza, te comunica con tu “yo” interior y esclarece tu mentalidad.

Él es tan grande como ningún otra persona, me enseñó los números y siento que por él estoy aquí. 



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Álbum familiar

De todas estas fotos, contare la historia de la primera, en ella está mi tío Jhonatan, el hermano menor de mi papá. Era mi cumpleaños número dos, y la temática era Barney, me gustaba mucho ese programa de pequeña, recuerdo que me levantaba muy temprano para no perderme los capítulos. Bueno, sigo con la historia, no recuerdo muchos detalles pero sé que me taparon los ojos y cuando los abrí mi tío me había traído ese peluche que llevo en las manos, y en todas las fotos de ese día salgo con él, porque era como lo que más quería en ese instante. Me cuenta mi tío que cuando abrí los ojos le pregunté que si era para mi, y me puse a llorar de la felicidad; también me dice que no se lo prestaba a nadie, y que jugué mucho con él.